Fueron fotos de primeros planos de los represores, cada uno con su caripela de matón correspondiente, y en un momento me empezaron a señalar…
Pensé que no era a mi y seguí haciendo mi laburo. Hasta que fue muy evidente que era YO la señalada, me acerque a mi compañero y le dije “che, estos tipos me están señalando, que onda?”
Se nos acerco uno de los abogados y me pidió que no le saque fotos de sus caras. “Que caraduras son”, pensé, no se hacen cargo de sus actos y encima piden que no les saque fotos de sus caras. Fue foto de tapa los rostros de estos hombres, primeros planos, con cara de pocas culpas.
Hoy me mandaron a cubrir la salida de ellos, pero se atraso, entonces me senté alado de una señora. Como soy curiosa, escuche que ella preguntaba donde se podía comprar el diario donde trabajo, porque le habían dicho que salio una nota sobre el juicio. Le indique donde puede comprar pero era muy lejos y hacia calor.
Nos sentamos juntas en la puerta del Tribunal, esperando que termine el juicio y hablando y hablando me contó que fue ella la que declaro ayer (la nota que me hizo erizar la piel) entonces le pregunte “Y como te sentís hoy?” “Aliviada, con mas fe que nunca”
Los miraste? Le pregunte. “No, pero ellos se acuerdan de todos nosotros, lo sabemos, porque cada uno de ellos se llevo un poco de nuestras vidas”. Le conte lo que me habia pasado, de que el primer dia del juicio me señalaron, ella me miro y entre mas lagrimas me dijo “a mi tambien me hicieron eso hace 26 años, a mis amigos y a chicos que no volvieron” .
Se me erizo la piel, y atrás de mis anteojos oscuros se asomaba una lagrima. Cuando terminaron de subir a la camioneta de penitenciaria fui y la salude, es un honor saludar a alguien con ovarios de acero.
